viernes, 1 de mayo de 2015

Otras alteraciones cromosómicas (Sonia Castro Valdeolmillos)

OTRAS ALTERACIONES CROMOSÓMICAS IMPLICADAS

El mecanismo molecular por el cual esta enfermedad progresa de una fase relativamente indolente a una más avanzada no se conoce con exactitud y se ha planteado que probablemente sea la consecuencia de una serie de cambios genéticos adicionales. Se realizo un estudio con la finalidad de conocer esos cambios. 

MÉTODO
Se realizó un estudio descriptivo a 180 pacientes con diagnóstico de LMC: 86 del sexo femenino y 94, del masculino; 128 pacientes estaban en fase crónica, 27 en fase acelerada y 25 en crisis blástica. Las edades oscilaron entre 12 y 86 años, con un promedio de edad de 45 años.

Las células leucémicas se obtuvieron por aspiración de médula ósea en cresta ilíaca.  El posterior proceso y la tinción con bandas G se realizaron de acuerdo con los métodos convencionales. Se seleccionaron las metafases de mejor morfología cromosómica para su análisis e interpretación al microscopio de luz convencional a objetivo 100X. 

RESULTADOS
El estudio citogenético de los 180 pacientes reveló que el 94 % tenía la t(9;22)(q34;q11).
De los 128 pacientes en fase crónica, 112 presentaron la t(9;22) sin alteraciones cromosómicas adicionales, en 9 se encontraron aneuploidías inespecíficas y aberraciones estructurales (deleciones y cromosomas en anillos) adicionales al Ph y 3, presentaron mosaico de cariotipo normal y cromosoma Ph.

Se hallaron anomalías cromosómicas secundarias como aneuploidías inespecíficas, trisomías de los cromosomas 8 y 22, i(17q), Ph adicional y ausencia del cromosoma Y en el 82 % de los pacientes en fase acelerada. Solamente 3 tuvieron como única alteración cromosómica la t(9;22) y 2 fueron Ph-.
De los 25 pacientes en crisis blástica, el 96 % tuvo anomalías cromosómicas secundarias y los cromosomas involucrados con mayor frecuencia fueron el 8 y el 19 (trisomías), el extra Ph y el i(17q). En un paciente se encontró una translocación recíproca que involucraba los cromosomas 5 y 15 .

DISCUSIÓN

Nuestros resultados muestran que el 94 % de los pacientes estudiados presentó el cromosoma Ph lo cual se corresponde con lo reportado en la literatura internacional. Encontramos un ligero incremento en la expresión de la t(9;22) en la población masculina lo cual se correlaciona con la mayor frecuencia de aparición de la LMC en hombres.

Las aneuploidías inespecíficas encontradas en los pacientes en fase crónica y acelerada no se reportan en la literatura con elevada frecuencia porque son anomalías que ocurren al azar e inestables genéticamente. La causa más frecuente de inestabilidad del genoma es un fallo de los mecanismos encargados de reparar las lesiones que ocurren como respuesta a tóxicos endógenos o exógenos. Se ha propuesto que el gen híbrido BCR-ABL puede inducir mutaciones en los genes que intervienen en estos mecanismos lo que pondría en marcha un fenotipo mutado. Solo prevalecen aquellas alteraciones que le confieren ventajas al clon leucémico.  

La trisomía 8, el isocromosoma 17 y el extra Ph constituyen marcadores citogenéticos de las fases más avanzadas (acelerada y de crisis blástica) de la LMC. El i(17q) es bastante frecuente en la crisis blástica y raramente se detecta en otros tipos de leucemias, linfomas y tumores sólidos, mientras que el cromosoma Ph adicional incrementa la expresión de la proteína BCR-ABL y sus efectos. Estos cambios cromosómicos le confieren peor pronóstico al paciente ya que la enfermedad sigue un curso más agresivo, se hace más resistente a la terapia por lo cual resulta más difícil obtener una remisión completa o de larga duración.

Algunos autores involucran a los cromosomas 5 y 15 en variantes de translocación compleja, como cambio secundario frecuente en la crisis blástica de la LMC. En el único paciente con la t(5;15) no se pudo precisar si se trataba de una translocación de novo o si fue una variante que involucrara a los cromosomas 9 y 22 por las limitaciones de la citogenética convencional.




No hay comentarios:

Publicar un comentario